lunes, 28 de febrero de 2011

El hombre sólo debería escucharse a sí mismo en el éxtasis sin fin del Verbo intransmisible, forjarse palabras para sus propios silencios y acordes audibles a sus solos remordimientos. Pero es el charlatán del universo; habla en nombre de los otros; su yo ama el plural.
Y el que habla en nombre de los otros es siempre un impostor.
Políticos, reformadores y todos los que se reclaman de un pretexto colectivo son tramposos: Sólo la mentira del artista no es total, pues sólo se inventa a sí mismo... Fuera del abandono a lo incomunicable, de la suspensión en medio de nuestros arrebatos inconsolados y mudos, la vida no es sino un estrépito sobre una extensión sin coordenadas, y el universo, una geometría aquejada de epilepsia.

(...Sólo el poeta toma la responsabilidad del «yo», sólo él habla en su propio nombre, él sólo tiene el derecho a hacerlo...)

Emile Michel Cioran