jueves, 2 de febrero de 2012

Un mujer
en una parada
no sabe qué espera,
un hombre en un autobús
busca el instante
en que se cruzaran
las miradas.

Un niño los espía.
Un malabarista los sorprende
mientras el semáforo muta
el camaleón cambia de colores
y solo el capitalismo
no me echó
una teja por el poema.

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